
El verano pasado, la familia Bonilla hizo un viaje que les cambiaría la vida: se mudaron de Honduras a West Chicago en busca de tratamiento médico para su hija menor.
Al igual que tantas otras familias que emigraron a los EE. UU. en busca de seguridad, atención médica y oportunidades, los Bonilla debieron enfrentar grandes dificultades financieras cuando llegaron.
“Llegamos con lo puesto”, comenta el señor Bonilla. “El comienzo fue lo más difícil, porque estábamos empezando de cero y necesitábamos restablecernos”.
Debido a las leyes federales, muchos de nuestros vecinos que son inmigrantes no son elegibles para recibir beneficios públicos que los ayudarían a satisfacer sus necesidades básicas. En cambio, son las organizaciones comunitarias las que, a menudo, intervienen para proporcionar recursos y una cálida bienvenida.
Teresa Ocon-Olhagaray, coordinadora de familias en la nueva escuela primaria de los niños, se comunicó inmediatamente para darles a los Bonilla la bienvenida a la comunidad.
En West Chicago, las escuelas son mucho más que centros de aprendizaje. Son lugares donde los estudiantes y las familias enteras pueden conectarse con recursos y oportunidades necesarios para prosperar. United Way se enorgullece de invertir en socios comunitarios que garantizan que nuestros vecinos (¡especialmente los nuevos!) tengan acceso a la salud y logren estabilidad financiera.
En nombre de WeGo Together for Kids (la agencia líder de la Red de vecinos de West Chicago), coordinadores familiares y trabajadores de extensión comunitaria como Teresa se comunican con los estudiantes y sus familiares para proporcionar recursos como asistencia financiera, alimentos, asesoramiento y mucho más.
Durante su primera reunión, Teresa visitó la casa de los Bonilla y conoció a la familia y sus necesidades. Teresa rápidamente los vinculó con servicios de administración de casos, apoyo médico y atención de salud mental.
En aquel momento, esta familia formada por cuatro integrantes vivía con su abuela, la única pariente en el país. Sin embargo, el apartamento era demasiado pequeño para cinco personas. Teresa los ayudó a solicitar asistencia financiera para cubrir un depósito de alquiler.
Desde entonces, los ha ayudado a conseguir ropa, zapatos y juguetes para los niños, y los vinculó con bancos de alimentos locales para que obtuvieran productos frescos. Todas las semanas, reciben productos de aseo y limpieza, como pañales, toallas higiénicas y desinfectante para manos.
Pero cuando los Bonilla, al fin, se estaban acomodando, azotó la COVID-19. El señor Bonilla sufrió reducciones de horario y de salario, y sus hijos comenzaron a tomar clases virtuales, un desafío aún mayor para estudiantes que son nuevos en la escuela y en el país.
“La COVID-19 nos ha afectado mucho”, manifestó el señor Bonilla. “A veces, el dinero apenas si nos alcanza para comer y para pagar el alquiler con incrementos”.
Para ayudarlos, Teresa y su equipo de WeGo están trabajando arduamente para mejorar la comunicación entre los Bonilla y el personal de la escuela hasta que la familia se adapte. Teresa también consiguió conexión Wi-Fi para la familia y les entregó un dispositivo personal para el aprendizaje remoto. Apenas una hora después de recibir la tablet, la familia ya estaba en línea y lista para comenzar la educación virtual.
El señor Bonilla se muestra muy agradecido por todo esto. “Honestamente, Teresa nos ha ayudado muchísimo desde el momento en que llegamos a West Chicago”, expresó. “Su apoyo cambió el mundo para nosotros”.
“Estamos muy agradecidos por todo el apoyo que recibimos, desde cupones para comprar alimentos o kits de primeros auxilios hasta ropa y juguetes para nuestros hijos”, agregó. “Esperamos que las personas sigan donando a programas como este porque sin su ayuda, no podríamos sobrevivir”.